inteligencias múltiples de howard gardner
La apreciación de las diferencias a través del modelo de Inteligencias Múltiples de
Howard Gardner
El ser humano es un constructo de sentimientos, pensamientos, emociones, recuerdos, deseos, habilidades, razonamientos e investigaciones, todo ello resumido en el contexto de la inteligencia del ser humano. La forma y la manera de usar cada uno de los elementos descritos, es una forma del uso de la inteligencia. Según el Diccionario de la Real Academia Española (2019) La Inteligencia se describe, como la capacidad de entender o comprender, la resolución de problemas y la habilidad o destreza en la experiencia, entre otras. La compresión de la inteligencia, debe ser vista desde la perspectiva de Howard Gardner, psicólogo de Harvard, que postuló un innovador modelo en la interpretación de la inteligencia a través del Modelo de Inteligencias Múltiples descrito en 1983. Howard Gardner constituye una propuesta revolucionaria y arriesgada en la concepción de la inteligencia. Se comenzó a considerar la inteligencia un elemento vivo y adaptable, que supera la barrera de los límites, en la inteligencia en cuanto a su interpretación frente la capacidad resolutiva en las áreas de: matemáticas, lingüísticas y espaciales.
Transformó el concepto de inteligencia pura, en su lugar a una inteligencia adaptable, inconstante y viva. Moldeo y desvió la atención de la inteligencia hacia las capacidades, aportando una nueva visión, que contrariaba la importancia o centralización de la medición de la inteligencia a través del cociente intelectual.
El formular una definición precisa de la inteligencia, hace menospreciar las capacidades que no queden dentro del límite de esa definición. La esencia del Modelo de Inteligencias Múltiples, es que ofrece un amplio espacio a la definición de inteligencia, enmarcando conductas que de lo contrario no se contemplarán como inteligencia, sino como talento o interés. El caso de que una persona sea muy buena a la pintura, se podría achacar a que se le da bien o nacido con ese talento, como se podría decir comúnmente, sin embargo, detrás de esa capacidad hay una inteligencia concreta que la desarrolla. O por el contrario, alguien con dicha capacidad significa que tiene talento pero no es inteligente. (Howard Gardner. 2001)
La inteligencia ha sido clasificada y medida socialmente por unas actividades muy concretas, relacionadas con un tipo claro de inteligencia, como son las matemáticas. Sin embargo, ese reconocimiento se ha visto mermado en el amplio abanico de capacidades excepcionales mostradas, exceptuando las áreas concretas ya mencionadas. El estudio de Howard Gardner no solo fue una revolución psicológica, sino social. La atribución errónea de un término con tanta fuerza, puede generar una herida social de gran envergadura. La inteligencia es una palabra libre, sin ataduras ni intereses sociales o políticos. Es ahí donde a través del estudio del Modelo de Inteligencias Múltiples, se comprende la amplia variedad de inteligencias presentes en el ser humano. Desde el más célebre científico hasta el músico de Jazz del Metro, son iguales, en cuanto a que ambos exploran y desarrollan un tipo de inteligencia única e intransferible.
El aprendizaje y la inteligencia están directamente correlacionados. Nuestro sistema de interpretación del mundo influye en que se muestran facilidades o al contrario dificultades para aprender ciertas competencias o habilidades. El aprendizaje está guiado por los intereses y capacidades del individuo, así como lo cercano que se muestre dicha actividad. Es fundamental comprender que el proceso de aprendizaje no es único, e influye el individuo en dicho proceso. Según la inteligencia potenciada en la persona, deberá tener un estilo de aprendizaje más esquemática, más visual, más auditivo o más kinestésico.
La interpretación se ve sujeta a las características personales y de desarrollo social.
La Programación Neurolingüística, permite entender el tipo de interpretación que se realiza de la realidad, según el filtro o la forma de ver el mundo, del individuo en concreto. Dependiendo de la inteligencia predominante en la persona, requerirá de un medio u otro, según sus necesidades. En el caso de una persona con capacidades espaciales le favorecerá el proceso de aprendizaje a través de un estilo visual, sin embargo un músico deseara un entorno auditivo, mientras que un escultor necesitará un medio kinestésico, para expresarse a través del contacto. (Vladimir G y Gessen M.M, 2002)
Los recientes estudios de Howard Gardner, nos demuestra la existencia de ocho tipos distintos de inteligencia, tras su última ampliación en 2012. En sus dos obras; Estructuras de la mente (1983) y Las Inteligencias Múltiples en el siglo XXI (2012), aporta una visión donde el elemento central son la existencia de las capacidades convertidas en tipos de inteligencia, quitándole importancia a la existencia de un sistema de medición, como es el cociente intelectual. Los tipos de inteligencia descritos son los siguientes:
“La inteligencia lingüística: expresada como la capacidad de pensar a través de las palabras con una destreza visible en la utilización del lenguaje por medio de la forma de expresarse y percibir significados.
La inteligencia lógico-matemática: la habilidad de realizar cálculos, utilizando un razonamiento lógico, considerando hipótesis, pautas, relaciones y llevando a cabo operaciones matemáticas complejas.
La inteligencia espacial: la habilidad de pensar de forma tridimensional, percibir las imágenes externas e internas, contemplar de forma exacta las dimensiones de forma mental, recrear formas y objetos a través de la codificación o gráficos.
La inteligencia musical: la orientación hacia la sensibilidad para percibir los tonos, el ritmo, la melodía y entonación, así como la coordinación al tocar un instrumento.
La inteligencia interpersonal: la capacidad de entender y empatizar con las personas a través de la interrelación con ellas, con competencias en el entorno de: liderazgo, organización, comunicación, gestión de conflictos y ventas.
La inteligencia intrapersonal: es la capacidad de introspección, en la compresión de las necesidades individuales de la persona así como su autoevaluación, permitiendo toma de decisiones con mayor razonamiento.
La inteligencia corporal-kinestésica: la habilidad para manipular objetos y de coordinar los músculos de forma equilibrada con rapidez y flexibilidad.
La inteligencia naturalista: la capacidad de observación y interés por la naturaleza con el objetivo de comprender las leyes y los procesos naturales involucrados.
La inteligencia espiritual: la sensibilidad para la religiosidad, lo místico o trascendental con inquietudes por las cuestiones cósmicas o existenciales. Con habilidad de alcanzar estados y experiencias espirituales elevadas, como podría ser los estados de trance meditativos. “(Howard Gardner, 2001)
El Modelo de Inteligencias Múltiples, se encuentra entre las teorías más conocidas a nivel social que han permitido ejercer un cambio de mentalidad y perspectiva hacia las consideración de la inteligencia en las personas. No existen mejores o peores inteligencias, cada una aporta un valor único e incomparable a la sociedad. El equilibrio social reside en que existan personas con distintos tipos de inteligencia, que se completan e integran entre ellas. Así como las personalidades nos hacen complementarios y únicos, en ciertos aspectos de la vida, las inteligencias son una parte más de la singularidad del ser humano.
El desarrollo de la inteligencia se ve influido no solo por las capacidades propias de individuo, sino sus valores, los entornos de estudio, la cultura y los juicios emitidos hacia ciertos campos, según su consideración.
La mayoría de los individuos tenemos la totalidad de este espectro de inteligencias. Cada una desarrollada de modo y a un nivel particular, producto de la dotación biológica de cada uno, de su interacción con el entorno y de la cultura imperante en su momento histórico. Las combinamos y las usamos en diferentes grados, de manera personal y única.
La positividad o negativa de las inteligencias, no se basa en las cualidades de las mismas, sino con el fin en el que se utilice las mismas. Una habilidad puede ser favorable si se potencia para desarrollar una capacidad o una profesión, o por el contrario puede ser utilizada con una intencionalidad negativa. La inteligencia interpersonal puede ser positiva para generar influencias sociales y liderar un grupo de personas hacia una meta común, o por el contrario utilizar dichas habilidades para manipular a las personas a través de una comunicación persuasiva con fines engañosos.