Rehabilitación de la memoria de trabajo

La memoria de trabajo al igual que otras funciones ejecutivas son posibles mejorarlas y entrenarlas gracias a la plasticidad cerebral. El deterioro biológico del cerebro acentúa la disminución en la agilidad mental, sin embargo se ha estudiado como estas capacidades siguen conservándose en personas de edades muy avanzadas, lo que indica que una rutina saludable que estimule al cerebro mejora y/o reduce los cambios cognitivos que se producen propiamente por el envejecimiento (Binotti, 2009).

El avance de la edad trae consigo la búsqueda de la comodidad y la rutina, lo que por un lado genera en el individuo sensación de tranquilidad o seguridad, pero por otro lado se disminuye considerablemente la confrontación a nuevas situaciones que requieren de una alta estimulación cerebral. El cerebro al encontrarse menos estimulado limita su óptimo funcionamiento y adelanta el envejecimiento cerebral. De este modo, constituye un requisito importante involucrarse en actividades que supongan esfuerzos cognitivos, y que no permitan el procesamiento automático (Manes y Torralva, 2007 citado por; Binottí, 2009).

Los trastornos relaciones con la perdida de la memoria o de un uso adecuado de las funciones relacionadas con la memoria requiere de un proceso de rehabilitación mediante un entrenamiento continuo. El proceso de rehabilitación de la memoria según Ostrosky-Solís (2003) abarca tres áreas de trabajo; restauración, reorganización y compensación conductual. Las técnicas de restauración se encargan de aprender listas de información a través de la práctica y repetición. Las técnicas de reorganización se encargan de sustituir una habilidad alterada por una más intacta como por ejemplo estrategias mnemotécnicas. Las técnicas de compensación conductual se tratan se genera de forma natural en el entorno inputs que potencien el entrenamiento de habilidades de memoria.

El proceso de rehabilitación en un caso de perdida o disminución de memoria debe de ajustarse a la situación especial del paciente, diseñando un programa de estimulación cognitiva personalizado. Entre algunas de las actividades de rehabilitación que se pueden llevar a cabo para estimular la memoria de trabajo se encuentran las siguientes actividades:

  • Bloques funcionales: Luria

Se refiere a la regulación del tono o estado de alerta. Es decir, es la activación de cierta parte de la corteza, ante las señales diversas que recibe del exterior trabajando la atención focalizada. En el segundo bloque de la dinámica se relaciona con

  • Ejercicios de memoria sensorial. Estimular la memoria en la identificación de número de elementos distintos presentes en la imagen. Nombrar de forma consecutiva y acelerada un cierto número de objetos.
  • Ejercicios de memoria a corto plazo: hacer recordar al individuo que elementos se encontraban presentes en la imagen analizada previamente, se incluyen distintos elementos con formas y colores variados para comprobar la capacidad de memoria a corto plazo. Nuevamente recordar una imagen previa, pero en este caso recordar los colores presentes.
  • Ejercicios de memoria de trabajo: Presentar una información esquemática de lectura previa y a continuación plantear dos preguntas que obliguen a trabajar el pensamiento razonado de forma conjunta con la lectura del texto. Por ejemplo: Dime los meses que tienen 30 días. Dime los días que empiezan por A.

Entre otras herramientas disponibles, Cognifit es una herramienta online que facilita entrenar con un proyecto personalizado las carencias cognitivas en el área de la memoria mediante un programa de estimulación cognitiva adaptado tanto para niños como para adultos llamados: “CogniFit: Juegos para entrenar la memoria”.