Sintomatología de la enfermedad del Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad compleja y puede afectar a cada persona de manera diferente. Los síntomas pueden variar de persona a persona en intensidad y frecuencia. Las estructuras cerebrales dañadas además de la sustancia negra incluyen el tálamo y el cerebelo que están involucradas en el movimiento y el equilibrio. Por otra parte, hay una disfunción cortical, que se traduce en una disminución en la velocidad de procesamiento de la información, una disminución en la memoria, en la atención, en la vigilancia, en el lenguaje, en la habilidad de abstracción y en el juicio. Esto es debido a una disminución de la conectividad cortical y de las señales entre las áreas corticales. Esta disminución es resultado de la pérdida de proyecciones dopaminérgicas sobre el daño cortical, provocando una disminución en la señalización entre áreas corticales.

En los casos más avanzados de la enfermedad de Parkinson también se presentan otros síntomas, como trastornos en el lenguaje, deterioro cognitivo, demencia, episodios depresivos e incluso trastornos del comportamiento. Esto se debe a que una vez que la enfermedad avanza hay lesiones en otras partes del cerebro, como el lóbulo temporal, el lóbulo frontal y el córtex prefrontal, que son las áreas responsables de estas funciones. Estas lesiones pueden ser causadas por la misma enfermedad, ya que existe una disminución de los niveles de dopamina en estas regiones cerebrales, así como por la propagación de enzimas neurotóxicas. Esto provoca la muerte de neuronas y la liberación de radicales libres, que daña aún más el tejido nervioso.

La sintomatología más común asociados a la enfermedad de Parkinson son:

Temblores: los temblores son uno de los síntomas más comunes de la enfermedad de Parkinson y suelen aparecer en una mano o en la cara siendo asimétricos y con un predominio de ambos hemisferios pudiendo afectar a las zonas superiores como mano o brazo e incluso zonas inferiores del cuerpo como son pierna o pie. Son movimientos involuntarios oscilatorios que no se pueden controlar y que suelen ser más evidentes en reposo y pueden afectar a una mano, un brazo, una pierna o la cara. Estos pueden ser leves o intensos y afectan a un lado del cuerpo o a ambos es por ello por lo que se deben diferenciar según su clasificación clínica en; temblor de reposo, el temblor de actitud y el temblor de acción (Coulume y Derkinderen, 2019).  En el caso del Parkinson el temblor de reposo es el más predominante.

Déjerine (1914) definición el temblor como: “los temblores se caracterizan por oscilaciones rítmicas involuntarias que todo o parte del cuerpo dibuja alrededor de su posición de equilibrio”.

 Además de la afección física, los temblores, interrumpen e inhabilitan a la persona en el desarrollo de sus actividades diarias lo que además de ser frustrante para las personas que los tienen, les genera una discapacidad física.

Algunos estudios afirman que el síntoma de los temblores desaparece al dormir y aumentan en su intensidad por experiencias emocionales o con el cálculo mental (Chaná y Alburquerque, 2010). Sin embargo, es importante destacar que, aunque el temblor es un síntoma característico este no es un rasgo único de diagnóstico, ya que no todos los pacientes de Parkinson tiemblan o todas las personas que tiemblan deben ser diagnosticadas con Parkinson.

Rigidez muscular: la rigidez muscular es otro síntoma común y hace que sea difícil moverse y que los movimientos sean lentos ya que se presenta en forma de tensión o resistencia en los músculos afectando a las extremidades y la espalda. Esta rigidez no solo dificulta o inhabilita el movimiento físico, sino que produce dolor. Este síntoma es producido por consecuencia de la disminución de dopamina en el cerebro como una respuesta normal del cuerpo que es producida como una forma de proteger las articulaciones y los músculos.

Bradicinesia: Es un síntoma relacionado con la ejecución de movimientos que se presenta con lentitud en los movimientos y reducción progresiva de la velocidad y amplitud de los movimientos repetitivos. Afecta a una pérdida de movilidad significativa al verse disminuidos los movimientos voluntarios. Además de la lentitud característica de la Bradicinesia está también afecta a la hora de detener el movimiento o cambiar el patrón motor del mismo, así como efectuar actos simultáneos (Gómez, 2018).

Un ejemplo de bradicinesia puede ser la dificultad para levantarse de la silla o caminar entre habitaciones, realizar movimientos muy lentos, tardar mucho tiempo en completar una tarea sencilla o tener dificultades para completar tareas que requieran coordinación motora. En algunos casos, esto puede resultar en una disminución significativa de la productividad, ya que los movimientos son tan lentos que resulta difícil completar tareas en el tiempo requerido.

 La sintomatología de la bradicinesia también puede afectar al hablar, tanto con fluidez como con la articulación adecuada de cada palabra. Esto es causado porque la bradicinesia puede afectar el control muscular en el habla. Por lo tanto, el habla puede ser muy lenta y muy poco clara. También puede haber problemas con la memoria y la concentración, ya que la bradicinesia puede afectar la capacidad de una persona para recuperar información de forma rápida y eficaz.

Problemas de equilibrio: la enfermedad de Parkinson puede afectar el equilibrio y en concreto a la pérdida del equilibrio estático. Esto se traduce en una disfunción postural afectada por el equilibrio estático es la habilidad para mantener el cuerpo en una posición estable sin moverse o cambiar de posición. El equilibrio estático depende de la capacidad del sistema nervioso para recibir y procesar información de los sentidos, como la vista, el oído y el tacto, y para utilizar esa información para controlar y ajustar el movimiento del cuerpo. También depende de la fuerza y la flexibilidad muscular y de la estructura ósea y del tamaño y la forma de los pies.

 Además del equilibrio la coordinación también se ve afectada lo que hace que sea difícil mantener el equilibrio al caminar o al hacer movimientos simétricos. Los problemas de equilibrio suelen ser uno de los primeros síntomas más visibles en la enfermedad (Pérez-González, 2020).

 Los síntomas que pueden afectar el equilibrio incluyen la bradicinesia, la rigidez muscular, la fatiga y la disminución de la fuerza muscular. Por otro lado, la disminución de la sensibilidad en los pies, la debilidad muscular y los temblores también pueden contribuir a los problemas de equilibrio Estos síntomas pueden hacer que sea difícil mantener el equilibrio al caminar o al realizar actividades que requieren un buen equilibrio, como levantarse de una silla o subir escaleras.

Además, la enfermedad de Parkinson puede afectar a la capacidad de ajustar el equilibrio al cambiar de posición o al moverse rápidamente. Esto puede llevar a la aparición de caídas y a un mayor riesgo de lesiones.

Amimia o Inexpresividad facial: La amimia es la reducción o ausencia de expresividad facial. Es un síntoma común de la enfermedad de Parkinson y puede afectar la forma en que una persona se comunica y se relaciona con los demás. Se puede denominar también Bradicinesia facial. (García-Ruiz, 2018).

La amimia puede incluir una reducción de la frecuencia del parpadeo y una expresividad facial limitada. Puede hacer que la persona tenga una expresión facial inexpresiva y dificulta la lectura de las emociones de la persona. La amimia puede ser frustrante tanto para la persona afectada como para sus seres queridos y puede afectar la calidad de las relaciones.

Cambios en la memoria y la atención: La enfermedad de Parkinson se caracteriza por alteraciones atencionales y déficit de la memoria operativa. Los estudios de (Bocanegra et.al., 2014) han afirmado que se ha encontrado un aumento en el tiempo de reacción y deterioro en el estado de vigilia, siendo síntomas similares a los encontrados en los pacientes con demencia por Cuerpos de Lewy o Alzheimer. Afectando a la capacidad de prestar atención y a una disminución de la memoria a corto plazo producid por una memoria de trabajo afectada.

Los problemas que el paciente de Parkinson presenta en esta área son:

  1. Dificultad para prestar atención: puede ser más difícil concentrarse en tareas o actividades y puede ser más fácil distraerse.
  2. Deterioro en el estado de vigilia: puede ser más difícil mantener la atención y puede haber una mayor fatiga mental.
  • Aumento en el tiempo de reacción: puede tomar más tiempo para reaccionar a estímulos o para iniciar una tarea.
  • Déficit de memoria operativa: puede haber dificultad para retener información nueva y para realizar tareas que requieren la utilización de la memoria a corto plazo.

Es importante tener en cuenta que estos cambios en la atención y la memoria pueden variar en intensidad y pueden afectar a cada persona de manera diferente.

Micrografía o Cambios en la escritura: En los casos más avanzados de Parkinson, se presenta la micrografía que es una afección en la escritura. Este síntoma dificulta la escritura con claridad y precisión. Algunos autores como Ondo y Satija (2007) analizado la alteración de la escritura y su relación con el Parkinson, estableciendo como uno de los síntomas característicos de la enfermedad. La micrografía se refiere a la reducción en el tamaño y la amplitud de la escritura.

Los síntomas de la micrografía incluyen letras más pequeñas y menos espacio entre ellas; palabras más juntas; letras menos redondeadas; líneas más rectas; menos claridad en el contorno de las letras; y un aumento de los errores de ortografía. Esta dificultad en la escritura se conoce como disfasia. Los pacientes con afecciones graves también pueden tener problemas para leer y comprender la escritura. Esto puede ser debido a la rigidez muscular y la bradicinesia, que pueden dificultar el movimiento de la mano y el brazo necesarios para escribir.

Problemas para masticar y tragar:  Los problemas de masticación en la enfermedad de Parkinson pueden incluir dificultad para masticar y tragar alimentos, sensación de boca seca, disminución del gusto, bajo rendimiento de alimentos, ingesta insuficiente de alimentos y aumento de los problemas de masticación con el pasar del tiempo.

Otras complicaciones relacionadas con la masticación en la enfermedad de Parkinson incluyen dificultad para abrir la boca, cambios en la forma de las comidas, problemas para moler y tragar alimentos, dificultad para deglutir y problemas para controlar los alimentos en la boca. Estos problemas a menudo se agravan con el avance de la enfermedad y afectan no solo a la fisiología sino a la socialización del paciente, ya que según estudios realizados por Calvo et.al., (2006) el 80% de los pacientes les incomoda comer en sitios ajenos a su casa por las dificultades motoras presentes y la sensación de inadaptación social.

Depresión: La depresión es un síntoma común en la enfermedad de Parkinson. Se estima que entre el 35% de las personas con Parkinson experimentan depresión en algún momento de la enfermedad (Rodríguez-Carillo y Ibarra, 2019). La relación entre la depresión y el Parkinson se ha fundamentado en una de las teorías es que la inflamación crónica y el estrés oxidativo en el cerebro están asociados con la depresión y el desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Estas dos enfermedades también están relacionadas con la disminución o el aumento de los niveles de ciertas sustancias químicas cerebrales, como la dopamina, que juegan un papel importante en la regulación de la actividad eléctrica del cerebro. Otros estudios Mirando (1984) han afirmado que los pacientes con afectación en el lado dominante presentaban mayor riesgo de desarrollar depresión que aquellos en los que la afectación física correspondía al lado no dominante del cuerpo.

Además, hay ciertos cambios en el comportamiento y la estructura de los neurotransmisores que están asociados con la depresión y el Parkinson, lo que sugiere que ambas enfermedades están relacionadas.

Los síntomas de depresión en la enfermedad de Parkinson pueden incluir tristeza persistente, pérdida de interés en actividades que solían disfrutar, cambios en el apetito o el peso, dificultad para dormir, fatiga y problemas de concentración. La depresión afecta el estado de ánimo y la capacidad de la persona para realizar actividades cotidianas.

Disfonía o cambios en la voz: La disfonía es una disfunción en la voz que se caracteriza por un sonido anormal, rasposo o jadeante. Se ha establecido una relación entre la disfonía y la enfermedad de Parkinson ya que uno de los síntomas más comunes de la enfermedad de Parkinson es la disfonía, que puede variar desde una ligera disminución en la amplitud de la voz (hipofonía) hasta una disminución significativa en la calidad, la fuerza y la velocidad de la voz (disartria).

Según Martín-Sánchez (2010):

“La pérdida del input dopaminérgico en el estriado y la consecuente desregulación

de los ganglios basales, producen los déficits motores que afectan negativamente a los tres subsistemas” (p.543).

Esto se debe a que la disfonía puede presentarse como consecuencia directa de los trastornos neurológicos causados por la enfermedad de Parkinson, como la disminución de la velocidad de los movimientos y la rigidez muscular. La disfonía también puede ocurrir debido a los efectos secundarios de los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad de Parkinson.

¿Cuáles son los eventos neurobiológicos que subyacen y justifican su expresión?

El evento neurobiológico subyacente al Parkinson es la pérdida de células nerviosas dopaminérgicas en una región del cerebro llamada núcleo estriado. Estas células son esenciales para el funcionamiento normal del sistema nervioso y la pérdida de neuronas y acumulación de proteína a-sinucleína causan la producción reducida de dopamina en el cerebro, lo que lleva a los síntomas característicos del Parkinson, como el temblor, la rigidez muscular y la bradicinesia.

La causa exacta de la pérdida de células nerviosas dopaminérgicas en el Parkinson aún no se comprende completamente, pero se cree que puede ser debido a una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunos estudios sugieren que la exposición a ciertos agentes ambientales, como pesticidas o metales pesados, puede aumentar el riesgo de desarrollar Parkinson.

Además, la enfermedad de Parkinson se caracteriza por la presencia de cuerpos de Lewy, que son agregados proteicos anormales en las células nerviosas que se cree que juegan un papel en la muerte de las células dopaminérgicas.

En resumen, la pérdida de células nerviosas dopaminérgicas y la presencia de cuerpos de Lewy son los eventos neurobiológicos subyacentes al Parkinson y justifican su expresión a través de los síntomas típicos de la enfermedad.

Además, parece que la causa de la enfermedad de Parkinson puede estar relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales según la revisión de literatura realizada en el presente trabajo.